11 de agosto de 2013

Trenes


 (Foto de la red)


Hay trenes que nos pasan tan deprisa
que apenas dejan huella.

Hay trenes de futuros que no caben
en vías desgastadas rutinarias.

Hay trenes demorados e informales
que siempre llegan tarde a su destino.

Hay trenes imprecisos que no llevan
paradas definidas en su ruta.

Hay trenes de palabras que se aferran
a vías de papel por no morirse.

Hay trenes diferentes... ¡Tantos trenes!

En todos he sabido ser viajera
y desgastar alegre el pasaporte.

Y luego está tu tren.

El tren que nos da vueltas y no avanza,
que lleva tantos años enzarzado

en un reloj de arena que se tumba
rebelde a su función de matar tiempo...

En ese tren, si monto, sé que muero;
si lo dejo escapar, sangro y me extingo...

Hay trenes que se embisten a sí mismos
en un curioso giro de sus vías.

Hay trenes que serán siempre fantasmas;
trenes de vida y muerte a su capricho. .