23 de julio de 2014

Pisando fuerte


( Foto de la red)

Hoy es todo distinto:
me sirven los zapatos,
hay café recién hecho,
el espejo me adora
y la luz en la calle
me recuerda que vivo.

Ya está bien de tristezas;
de llorarle a la luna
una noche tras otra,
de empaparme la almohada
y dormir con tropiezos.

Ya está bien de gastar
el tiempo en maquillaje,
de mirar las ojeras
y agachar la cabeza.

Hoy pondré mi sonrisa
sobre todo el vestido,
pintaré de esperanza
los labios y los besos,
y andaré con tacones.

No habrá piedra ni bache
que me amargue el camino;
ni senderos prohibidos,
porque no lo merezco.

No te pongas en medio:
Hoy me asiste la fuerza
y me siento capaz
de aplastar tus serpientes.